Entrevista realizada al presidente de la firma Baresa por Argenprop, dónde evalúa las nuevas circunstancias que alientan en estos días al Real Estate y su vital efecto en la industria de la construcción.
Una lectura positiva plantea el arquitecto y desarrollador Jorge González, de larga trayectoria en el sector, considerando diferentes aspectos que permiten generar muy buenas expectativas a favor no sólo de la industria sino de la gente, para pensar nuevamente en acceder a la compra de una propiedad. “Hoy existe una serie de oportunidades muy atractivas que en parte se manifiestan con la demanda del crédito hipotecario para ese segmento que necesita acceder a la vivienda y que de otro modo no tienen posibilidades. Los créditos, por otra parte, son determinantes para la recuperación del sector. Hay que comprender que en la pirámide socioeconómica de la población los que adquirieron propiedades sin financiación son los que se ubican en el segmento superior; el otro segmento, que abarca el 55/60 % de la pirámide necesita crédito para adquirir una propiedad. Hoy, la buena noticia es que volvemos a hablar de créditos para un mercado que tiene un gran potencial. Los bancos oficiales ya los ofrecen con variedad de opciones; los privados de a poco se van sumando. Para ayudar a los tomadores de crédito, una buena decisión fue eliminar los ingresos brutos de las cuotas del crédito así como la extensión de los plazos para pagar. Esto va a impulsar a la gente para acceder a esa financiación y desde luego a toda la industria”.
¿Cuáles son las novedades en materia de construcción?
En estos días hay que destacar el relacionado con lo que se llama construcción industrializada, que se puede empezar a aplicar en edificios tradicionales porque este sistema permite acelerar el tiempo para finalizar una obra.
¿Este sistema sustituye al ladrillo?
Sí lo sustituye en varios aspectos, pero hace falta mucha gente que debe entrenarse y capacitarse en el uso de estas tecnologías nuevas hasta que finalmente lo sustituirá. En muchos países ya no usan ladrillos sino que aplican las nuevas tecnologías.
¿Hay una vuelta a los reciclajes?
Como se sabe la Agencia de Administracion de Bienes del Estado (AABE) decidió ofrecer una serie importante de propiedades para subastar. Nosotros adquirimos en la primera licitación a través de una subasta el primer edificio. A lo largo de los años hemos hecho desarrollos pero también reciclajes, incluso lo hemos aplicado en dos oportunidades para Casa FOA en proyectos nuestros. Nos parece interesante adquirir un edificio, en este caso en Montserrat, que como otros barrios tiene gran potencial y que tuvieron su momento de crecimiento, pero después se frenó. Es importante poder recuperar un edificio para un nuevo destino.
¿Ustedes reciclaron un edificio muy conocido también en Montserrat?
Sí, habíamos adquirido el edificio de la fábrica de café La Morenita, lo reciclamos y lo transformamos en unidades de vivienda.
¿Qué hace falta analizar cuando se plantea un reciclaje?
Es necesario estudiar las condiciones naturales del edificio. Un reciclaje puede andar bien o no, depende de las condiciones estructurales del edificio. Nosotros siempre tratamos de preservar lo que es rescatable. En el caso particular de este edificio que adquirimos, su fachada es neoclásica que sólo hace falta ponerla en valor, a la vez que la estructura está en buenas condiciones. Es necesario hacerle algunos cambios para adecuarla a las necesidades de diseño, entre otros aspectos.
¿Qué está sucediendo actualmente entre las variables?
Sucede que hoy la cantidad de propiedades no son suficientes para abastecer la demanda potencial. Para tener una idea, el año pasado del total de la cantidad de viviendas en la Ciudad de Buenos Aires, sólo el 2% de la oferta que había para la venta representaba viviendas en construcción; el 18%, a estrenar y el 80% restante eran usadas. Faltó un impulso para la generación de nuevos proyectos, pero hoy la gente entiende que existen nuevas opciones para concretar sus sueños.
También llegan los créditos para los desarrolladores…
Sí es también una opción interesante. De todos modos, creo que también hay que trabajar en otro tema. Un desarrollador realiza un proyecto, se termina y lo da en la posesión o la tendencia. Y después entre ese momento y el de la escritura que sirve de base al comprador para adquirir esa unidad con crédito puede transcurrir 6 meses o un año. Este período es muy complejo y muy extenso. Allí hace falta un grado de asistencia y contar con los instrumentos adecuados para lograr que en ese tiempo el comprador tenga su vivienda y pueda escriturar su unidad. Pero al margen de estos aspectos que hacen falta ajustar, es cierto que estamos en un ciclo de crecimiento. Un dato más para comprender la industria: cuando crece el producto bruto, la construcción crece más; cuando baja el producto bruto, la construcción baja más. Ahora estamos en un proceso de expectativas muy positivas para el sector y de hechos concretos para la construcción y los diferentes segmentos del mercado. Apostamos a que se cristalicen.
Seguí las últimas noticias en nuestras redes.